viernes, 23 de marzo de 2012

A primera vista

El día que terminaron de grabar fueron a Estación provincial para tocar con Prana. Fue el 29 de julio del año pasado. Hiceron el (todavía no) disco de punta a punta y se los notaba felices, relajados, divertidos, cansados, entusiasmados. Estaban como en su mundo, tocando en círculo, como en un fogón de amigos sin público. Después vino la larga espera, que concluyó hace apenas unos días, para tener por fin Roles y oficios, primer LP de Orquesta de Perros.

Trackealo

Se la quiero dar a los polacos... Con esa actitud desafiante y camorrera bien interpretada por el Soviético arranca Roles y oficios. Pero no se confundan, tras ese tema con dejos de violencia contenida y despecho (el último beso que me diste no me convenció/en realidad el primero tampoco), la cosa se suaviza. En Las inéditas ventajas del puerta a puerta, Lautaro Barceló hace gala de su voz tranquila y relajada para sugerir que repartir volantes es como volar, y terminar la noche en la estación. Con Fotocopias vuelven al grito tribal (similar a los payasos del circo de Moscú) cuando Pablo Matías Vidal cae en la cuenta de las cosas que hace uno por ser otro. Canción de amor con nombre de mujer, Inés seduce con labios grandes y mirada errante como de tercer guerra mundial, entre ruiditos y cierta inquietud. Llega Cara de pato, galopante ritmo en las bases de Juan Bautista Barcellandi y Pablo La Ferrara, para una historia que termina, lógicamente, esperando otro beso. Ya por la mitad del disco, el tema que le da nombre: Roles y oficios, con su ritmo rebotante que acompaña perfectamente el consejo de no rebotar la pelota si el basquet no es tu salvación.

Una bella intro de guitarra acústica da paso a Las comedias, con el mejor ejemplo que se le puede dar a un hijo: yo me rio donde sea... Se abre paso un destacable juego de voces, con frases superpuestas, en Rompo todo. En esa línea continúa el disco con un gag para músicos: Centro tonal se va con una reflexión optimista sobre la vida que, aunque tramposa, es hermosa. Hermosa también es la balada que sigue, En el camino: distingue lo superfluo de lo importante (cualquiera sabe cuanto vale un dólar/regalame un verso más), duda del saber (cualquiera puede decirte la hora, pero no la latitud), desconfía del destino (contando autos sin fe en la dirección). Todo enunciado con una melodía pegadiza, muy pegadiza. Un salto de la cama al agua, para nadar hasta cansarse, para bucear entre tus piernas, como Aquaman deseaba, acompañado de una guitarra indie que en una pincelada pone el toque justo de tensión. El gran finale es Velocidad roja, en el que Vidal y el Soviético se trenzan en un dueto sofocante (me ahogo, me ahogo) para ponerle tensión a un tema que había empezado cantando para adentro. Flauta traversa y punto final. O repeat all.

Fichalo

Orquesta de perros está conformada por el Soviético (voces, coros, guitarra acústica, flauta traversa), Pablo Matías Vidal (voces, coros, guitarra acústica, guitarra eléctrica), Lautaro Barceló (voces, coros, guitarra acústica, guitarra eléctrica, teclados), Pablo La Ferrara (bajo eléctrico), Juan Bautista Barcellandi (batería, percusiones, guitarra eléctrica, teclados). Además, participaron como invitados Germán “Capu” Giulodoro (banjo) y Eduardo Carreras (kinder gigante).

Excelente trabajo de grabación en Estudio Tolosa, con Gualberto De Orta (Ugo) y Eduardo Carreras, que además se ocupó de la edición y mezcla. La masterización corrió por cuenta de Graham Sutton, que por suerte parece haberle tomado el gusto a “esto que pasa musicalmente” en La Plata.

El diseño gráfico es de Gabi Rubí, y las fotos de Manuel Cascallar.

Editado bajo el inquieto sello Uf Caruf!, se puede escuchar on line desde el bandcamp, o se puede bajar gratuitamente desde acá. Así lo quieren ellos, por lo que (como público) no perdamos oportunidad de bancarlos cuando salga edición en formato CD, o cuando nos ofrezcan otra velada en un escenario.

Cerralo y guardalo

Entre los 12 temas que componen Roles y oficios hay talento. Les salió tan parejo que sería difícil la elección unánime de un hit: las subjetividades de cientos de oyentes encontraran su favorito en uno o en otro. O en varios. Y todas esas elecciones estarán bien. Tal vez por eso sea este un larga duración, más allá de los 43 minutos, más allá de la degustación apurada y ansiosa de los primeros días. Cerralo y guardalo. La semana que viene, a segunda vista, va a sonar todavía mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los polacos

los polacos !!!

CW

Anónimo dijo...

me encantó! verdades de la música hecha palabra-