Un trio pampeano, afincado en La Plata, y que hace un poderoso rock progresivo por la huella de los viejos gigantes como los Who, Zeppelin, o los vernáculos Pappo's Blues y Vox Dei. Toda una novedad. No porque no existan otras bandas que se inscriban más o menos en la misma corriente, sino por la particular forma de encararlo que propone Knei (que de ellos, y su disco La puerta del sol, se trata). Técnicamente lanzado en el 2011 (el último día de ese año) pero recibido obviamente recién en este 2012, después de los brindis, las indigestiones y las resacas.
Un clima bien denso logrado a fuerza de guitarra grave y distorsionada (que se agudiza un poco en los solos), un bajo frenético y una batería machacante y con platillos por momentos exuberantes, a lo que se suma una voz que sin ser virtuosa arremete con aciertos rítmicos y entonaciones propias del género.
Desde ese ambiente oscuro Knei se permiten invocar en reiteradas oportunidades al sol. En el tema que da nombre a la placa lo hacen desde el título mismo, pero también aparece en El miedo (estás parada esperando a que el sol caiga despacio y termine el día), en la hiper densa Pompei (por vos me entregaré a la escencia del sol) y en el tema final Nuestro amigo (en el campo desierto, la lluvia de nuestro amigo sol), luego de pasar por Hasta que se ponga el sol (título sugestivo para el rock nacional de los '70 del cual son claros herederos).
Largos pasajes instrumentales, riffs hipnóticos, letras psicodélicas y frecuentes cambios de ritmo completan este paisaje musical sumamente agradable creado por Nico (en guitarra y voz), Ruso (en bajo) y Rob (en batería).
La puerta del sol contiene siete temas parejos para conformar este muy buen disco que deja Knei (y que se puede descargar desde acá) como muestra de su rock denso y duro. Como la madera del caldén.
Un clima bien denso logrado a fuerza de guitarra grave y distorsionada (que se agudiza un poco en los solos), un bajo frenético y una batería machacante y con platillos por momentos exuberantes, a lo que se suma una voz que sin ser virtuosa arremete con aciertos rítmicos y entonaciones propias del género.
Desde ese ambiente oscuro Knei se permiten invocar en reiteradas oportunidades al sol. En el tema que da nombre a la placa lo hacen desde el título mismo, pero también aparece en El miedo (estás parada esperando a que el sol caiga despacio y termine el día), en la hiper densa Pompei (por vos me entregaré a la escencia del sol) y en el tema final Nuestro amigo (en el campo desierto, la lluvia de nuestro amigo sol), luego de pasar por Hasta que se ponga el sol (título sugestivo para el rock nacional de los '70 del cual son claros herederos).
Largos pasajes instrumentales, riffs hipnóticos, letras psicodélicas y frecuentes cambios de ritmo completan este paisaje musical sumamente agradable creado por Nico (en guitarra y voz), Ruso (en bajo) y Rob (en batería).
La puerta del sol contiene siete temas parejos para conformar este muy buen disco que deja Knei (y que se puede descargar desde acá) como muestra de su rock denso y duro. Como la madera del caldén.
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